La prueba de rigidez dieléctrica permite verificar el aislamiento de un producto al exponerlo a una tensión AC superior a la nominal durante un tiempo determinado. Mediante el uso del HIPOT III es posible verificar la rigidez dieléctrica de cables, barrajes, motores, entre otros, por medio del criterio de la corriente de fuga antes de que sean sometidos a carga.
Esta prueba ofrece ventajas dado que previene daños mayores en sus equipos prolongando la vida útil de los mismos. Las pruebas se llevan a cabo bajo las normas: NTC 3278, IEC 61439-2 e IEC 62271-200.